La elegancia de un Método Clásico inesperado: Riserva Alfredo Barollo

¿Es posible crear un vino espumoso del Método Clásico de gran excelencia, en una tierra históricamente conocida por la producción de Prosecco? Apostamos por ello y fue inmediatamente un descubrimiento maravilloso.

Quienes conocen a la familia Barollo saben bien que hace 20 años, cuando todo esto tomó forma, elegimos poner nuestros sueños en manos de una variedad de uva que siempre nos ha fascinado por su elegancia y versatilidad: la Chardonnay . Una maravillosa variedad internacional capaz de producir vinos base realmente intrigantes, que mantienen sus aromas frutales y su frescura característica incluso después de la crianza y elaboración de espumosos .

Nuestros viñedos de Chardonnay crecen fuertes y frondosos, echando raíces en una tierra que contiene la memoria del mar y que aporta a la uva su sabor típico. Un microclima ideal para una variedad de uva como la Chardonnay, que ama los climas cálidos y templados, los inviernos suaves y los vientos frescos que reducen el calor del verano.

Nuestro Método Clásico Llano elaborado con uvas Chardonnay.

Hace 20 años partimos de él, del Chardonnay, que elegimos interpretar en 3 versiones: vinificación en acero para un vino joven y fresco ( Frater Bianco ), maduración de 10 meses en barricas de madera para mayor estructura ( Barricaded Chardonnay ) y la versión espumoso, con Método Clásico Riserva que envejece sobre sus levaduras durante 72 meses . 2 hectáreas de nuestros viñedos de Chardonnay están dedicadas exclusivamente a esta etiqueta, para una producción de nicho de alrededor de 3.500 botellas al año.

La vendimia estrictamente manual precede a un prensado muy lento y suave de los racimos enteros, seguido de una fermentación controlada entre 17°-19° y una maduración inicial en depósitos de acero inoxidable. Entre marzo y abril embotellamos nuestro Método Clásico para segunda fermentación y apilamos las botellas en salas de crianza a temperatura controlada entre 12°-14°.

Es en esta fase cuando las levaduras comienzan progresivamente a degradar los azúcares y a producir alcohol y dióxido de carbono, dando lugar al perlaje característico del vino espumoso. A partir de este momento comienza la lenta y paciente fase de maduración: 72 meses que determinarán maravillosos aromas de cítricos , flores secas y corteza de pan , mientras su cremosidad se volverá cada vez más fascinante.

También conocido como méthode Champenoise , el Método Clásico es el sistema de elaboración de vino espumoso más antiguo del mundo, nacido (según la tradición) de una intuición del abad francés Pierre Pérignon, más conocido como Dom Pérignon , quien fue el primero en comprender la importancia de refermentación en botella para la elaboración de vinos espumosos. Una intuición que tuvo una gran influencia en la cultura del vino en la región de Champaña y que pronto se extendió por todo el mundo.

Después de 7 años de paciente espera, las botellas de Metodo Classico Riserva Alfredo Barollo se colocan boca abajo e inclinadas sobre los típicos soportes de madera (los pupitres ) para iniciar el proceso de remuage : todos los días, durante 40 días, todas las botellas que se giran manualmente 1/4 o 1/8, en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario, según las necesidades: un movimiento preciso que "sacude" la botella y permite que los residuos (principalmente levaduras agotadas) se recojan hacia el cuello y se depositen en el cápsula.

Degüelle, la operación final extremadamente delicada.

Necesario para abrir las botellas, el degüelle (o en su término original francés “ degorgement ”) es una operación fundamental para eliminar las levaduras que produjeron la fermentación y obtener un vino espumoso del Método Clásico perfectamente claro y cristalino. El degüelle implica una primera fase de congelación del cuello de la botella, en la que se le da la vuelta y se sumerge en una solución saturada de sales a una temperatura de -30°.

Al abrir la botella, la fuerte presión interna provoca la rápida expulsión del corcho y de todas las impurezas. Posteriormente se rellena la botella con el licor de expedición , una solución de vino y azúcar que permite controlar la acidez del vino.

Puro Chardonnay, el Método Classico Riserva Alfredo Barollo sorprende a primera vista. No sólo porque es un método clásico nacido en una zona vitivinícola que siempre ha estado destinada a la elaboración de Prosecco, sino sobre todo por su intrigante elegancia y un sorbo siempre fresco y consistente .

Con un hermoso color dorado, ofrece un bouquet complejo, más bien estratificado y matizado en nariz: se abre con notas cítricas y de levadura que luego se enriquecen con notas de flores secas y pan especiado . En sorbo ofrece excelente bebibilidad, consistencia, fina carbonatación, acidez fresca y perfectamente equilibrada , garantizando seriedad y estructura a este vino. El final es limpio, con retornos tostados y florales.

Andreas Larsson , Mejor Sumiller del Mundo en 2007 y profesional de renombre mundial, probó nuestro Metodo Classico Riserva Alfredo en su cosecha 2011. ¡Haga clic aquí para ver la reseña!